EL FIN

Las pobres cucarachas sólo quieren alimentarse y reproducirse tranquilamente. No son malas. La maldad es algo que se han inventado los humanos. Y no son asquerosas. Porque la inmundicia en la que viven es la que les proporcionamos nosotros. Desinteresadamente. Por eso queremos hacer una reivindicación de la cucaracha como animal de compañía, porque sólo ellas saldrán airosas de las bombas nucleares, alimentándose y reproduciéndose delante de los fragmentos de nuestros cuerpos con total naturalidad.

Serigrafía con pigmentos cerámicos vitrificables. 1 tinta. Decoración exterior e interior. Resistente al lavavajillas.

Pensado, diseñado y estampado a mano con amor con procesos artesanales.