Serigrafía a 1 tinta en placas de aluminio de 1 mm.
7 reproducciones de cada modelo.
16 x 7 cm.

Las placas forman parte de la intervención que Rafa Abad ha desarrollado en el metro de Santiago de Chile, de la que podéis ver aquí arriba algunas fotos.

Reproducimos a continuación el texto de la obra del propio autor, que está bastante bien.

ARMAS DE EMERGENCIA
Rafa Abad

Ligado al progreso técnico, la invención de tecnologías combinadas que posibilitasen conquistas épicas ha sido el resultado de incentivar la astucia. Desde la Antigüedad, trucos y estratagemas se ponían al servicio de complejos artefactos con los que batir al enemigo en todas sus formas posibles. Siglos más tarde, las estrategias contemporáneas de acción se diluyen en los márgenes de lo instituido, proliferando asimetrías múltiples donde la espontaneidad, revestida de juego, deseo e imaginación, sublima la disputa de inéditas significaciones. Nuevas micropolíticas desplegadas en concitadoras gramáticas son puestas a prueba en situaciones cotidianas de conflicto, donde aquellas se ven involucradas. Trazar líneas de fuga creativa permite dibujar marcos de resistencia, allí donde el sentido es capaz de subvertir el esquema definido de un sistema cerrado. Si escapar ofrece una continua posibilidad, mientras se huye, ya lo decía Deleuze, hay que buscar un arma. «Siempre en proceso» sinonimia tanto la disposición de instituir la indeterminación y el sueño, como la diversidad de efectos generados entre la máquina (de guerra) vs. al aparato de Estado.

Chile no ha sido omiso a este acontecer. Siendo parte de la regeneración estructural de entonces, el inicio en 1975 de la construcción del metro de Santiago tensionaba un contexto de represión estatal reciente con paralelos signos de modernidad. La funcionalidad del transporte (unir periferia y centro) soterraba a su vez el postulado de erigir un sujeto endeudado en el devenir neoliberal. La fórmula perfecta con la que transformar la fosa común en recorrido de la mercancía y borrar cualquier disidencia marcial a favor de la new economy. La señalética habitante en el interior de cada vagón conmemora hasta nuestros días intermitentes frases de seguridad integradoras, ocultando un patrón heterotópico de gubernamentalidad contenido en su principio hermenéutico: órdenes y valores de obediencia a favor del colectivo metabolizados sin necesidad de coerción –que en caso de ser perturbados sin justificación, será aplicada su correspondiente sanción–.

Agenciarse el dispositivo supone abrir su sentido, una especie de líbido textual que desafíe la mirada del viajero, invitándolo a extraer la riqueza semántica del enunciado y solapar el imperativo en un giro lingüístico. Promoviendo escenarios de acción conjunta donde la relación intrínseca razón-conciencia-sentimiento-emoción-cuerpo devenga una dimensión estética potenciada. Nómada. Vectores en movimiento que activen experiencias de reterritorialización en los modos de subjetivación (y reflexiones que coadyuven a descubrimos como ciudadanos, hoy democráticamente efectivos, en nuestra mismidad diaria).

Pero, más allá de si el ritornelo estriba entre el martillo institucionalizado-miguelitos asociados (afirmación-negación-inversión), ambos acaban siendo parte de la máquina abstracta. Entonces, ¿qué formas simbólicas tienen hoy en día la capacidad de orientar en sentido emancipatorio el imaginario social?

¿Quién es el chofer de nuestro destino?

La foto del día de hoy: 3-febrero-2014. Armas de Emergencia